Voto de confianza para Jody Davis… por ahora

Jody Davis es un amplio conocedor del béisbol que debutará como dirigente en la pelota invernal con las Águilas del Zulia

Seleccionar el hombre que será la voz de mando de un equipo de béisbol para una temporada en preparación no es tarea fácil. Influye en la selección las intenciones del alto mando del equipo sobre el rumbo a tomar, el carácter y experiencia del mánager y el potencial ambiente en el clubhouse.

En el caso de la pelota invernal, se considera también el conocimiento de la liga, ya que en estructura y forma, la pelota caribeña se torna muy distinta a los patrones de los Estados Unidos.

Esta semana las Águilas del Zulia anunciaron la contratación del 27mo. mánager en su historia, y el 17mo. extranjero. La batuta emplumada ahora está en las manos de Jody Davis.

Davis fue un receptor de 10 temporadas en las Grandes Ligas entre 1981 y 1990. Entre 1982 y 1987 fue el receptor titular de los Chicago Cubs, promediando 141 juegos. En esos años fue seleccionado dos vecesal Juego de las Estrellas, estuvo entre los candidatos a Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en par de ocasiones y ganó el Guante de Oro en su posición en 1986.

Davis fue, y aún es, ampliamente popular en los predios de Wrigley Field. En 1988 fue cambiado a los Bravos de Atlanta por los lanzadores Kevin Coffman y Kevin Blankenship (casualmente éste último jugó en esos años con el Zulia). Los Cubs buscaban abrirle paso a dos jóvenes receptores llamados Damon Berryhill y Joe Girardi.

Su carrera con el club sureño ya no fue la misma. Jugó parcialmente las siguientes dos temporadas hasta que fue dejado libre en 1990. Firmó posteriormente con los Tigres de Detroit siendo asignado a su filial triple A, a sus 33 años. Al final de la temporada fue dejado en libertad y decidió dar por finalizada su carrera como pelotero.

Davis finalizó su carrera con 1.082 juegos en las Grandes Ligas con un promedio de .245, 127 jonrones y 490 remolcadas.

Su andar por el béisbol tomó una pausa hasta el año 2003 cuando debutó como mánager con el Calgary Outlaws de la Liga Canadiense de Béisbol (Independiente). No fue hasta el 2006 cuando regresó al béisbol organizado con el equipo con el cual brilló, los Chicago Cubs, quienes le dieron el manejo del club Peoria Chiefs, clase A en la Liga del Medio-Oeste.

Posteriormente fue ascendido para manejar al Daytona Cubs, clase A avanzada de la Liga de la Florida, con quienes se mantuvo en el 2007 y 2008. En el 2009 los Cubs lo nombraron como instructor itinerante de Ligas Menores coordinador de receptores de la organización. El pasado mes de diciembre fue asignado como mánager del Boise Hawks, clase A de la Liga del Nor-Oeste, uno de los dos circuitos de calendario corto del sistema de desarrollo.

En su carrera como mánager Davis tiene récord de 229-216. Su estilo es agresivo y se ha caracterizado por una alta cantidad de boletos intencionales y de sacrificios.

Puente de buenas relaciones

Consulté a Luis Rodolfo Machado, gerente del club, sobre el nombramiento del nuevo estratega. “El Director de Ligas Menores de los Cubs, Oneri Fleita, nos recomendó ampliamente a Davis. Nos dijo que tuvo algunos problemas personales el año pasado y estaba proyectado para ser el mánager de triple A este año”, explicó.

El mánager de la triple A de los Cubs esta temporada terminó siendo el Salón de la Fama Ryne Sandberg.

Machado explica que después de varias reuniones con Rubén Amaro Sr. y Jorge Urribarrí, decidieron por Davis. “Pedimos referencias sobre él y todas fueron enfáticas en sus buenas relaciones con los jugadores. Es una persona con un muy buen carácter y conoce el juego”, añade Machado.

Pero mi duda viene en su conocimiento de la Liga y su experiencia. A pesar de que Davis tiene tres años como dirigente en la organización de Chicago, nunca ha dirigido por encima de clase A. La complejidad de la pelota invernal podría ser una muy buena experiencia para él, pero podría ser un experimento para las Águilas, aún más siendo un club con un plantel con una combinación de peloteros de primer nivel, con novatos y una sobredependencia de lanzadores importados.

Sin embargo, el tren directivo tiene sus razones. “Sabemos que necesitamos tener un apoyo de una organización en cuanto a importados y los Cubs tienen un buen sistema”, detalla Machado. “Cuando recomendaron a Jody también fueron enfáticos en su apoyo en proveernos peloteros y su respaldo podría ser la clave para nosotros”, agrega.

El actual sistema de Ligas Menores de los Cubs está caracterizado por tener consistencia en la producción de jugadores de posición.

Jugadores como el dominicano Starling Castro, Brett Jackson y Josh Vitters son los nombres de mayor prestigio en el 2010, así como también éxitos recientes como el receptor boricua Geovany Soto.

Sin embargo, la falta de profundidad en el pitcheo impacta a la organización desde los equipos más bajos hasta las mayores. Su llave como coach de lanzadores será David Rosario, el entrenador de lanzadores del Peoria, clase A. Ya Rosario tiene dos años de experiencia en la Liga Venezolana con los Tigres de Aragua. El neoyorquino ha sido la mano derecha de Buddy Bailey y llevó a los felinos a su último título. Conoce la liga y será la clave para la adaptación de Davis. Ambos ya han trabajado juntos con los Cubs.

¿Wilson por fuera?

No es criticable la designación de Rosario como entrenador de lanzadores basado en la decisión de Davis. Repito, creo que serán una llave para el manejo del club. Además, Davis fue compañero de equipo de Jesús Marcano Trillo en los años 80 con los Cubs, por lo cual tienen una relación de amistad y entendimiento.

Ambos vienen de una vieja escuela de imponer hoy ese béisbol de los 80’s basado en contacto, sacrificios, defensa y pitcheo. La presencia de Manny nuevamente será de vital importancia para el club dentro y fuera del terreno, pues sigue siendo la figura de mayor respeto en el clubhouse.

Sin embargo, la gerencia emplumada había anunciado que intentarían llegar a un acuerdo con Wilson Álvarez, favorito de la fanaticada, quien aspira a ser el entrenador de lanzadores del club donde ha sido la máxima figura desde el montículo.

“Wilson me dijo que estaría con nosotros y nos ayudaría en lo que necesitáramos”, dice Machado.

Pero la aspiración del zurdo es el puesto de Rosario. El de instructor de lanzadores. A estas alturas, es casi lógico que Rosario sea la mano derecha de Davis, y que Trillo sea su coach de banca. Sin embargo, es poco probable que el nativo de Santa Lucía acepte la posición de entrenador del bullpen, puesto que ya ocupó hace tres años.

“Yo estoy en espera de una propuesta que sea beneficiosa para mí”, dice Wilson. “Creo que la decisión sobre Davis es sólo responsabilidad de la gerencia y si ellos decidieron irse por un importado, pues así será. Sin embargo, en el Zulia se necesita un guía que conozca a los jugadores, entienda sus necesidades de trabajo en el invierno y saque provecho para la competitividad de las Águilas en la temporada venidera”, agrega el “47”.

Los dirigentes extranjeros en liga invernal son un arma de doble filo. En ocasiones es imposible para ellos adaptar su filosofía. Al Caribe se viene a ganar, y si se desarrolla el pelotero en ese proceso, pues todos contentos. Aquellos que son más instructores que dirigentes, pueden olvidar las prioridades de la gerencia y la fanaticada, eso que muchos románticos llamamos tradición. ¿Recuerdan a Greg Biaginni?

Sin embargo, otros extranjeros llegan con un perfil bajo y con su filosofía hacen historia. Pregúntenles a los Tigres de Aragua por Buddy Bailey, si hay alguna duda.

Personalmente me inclino por el crecimiento y desarrollo de nuestros técnicos. Mi voto seguirá siendo para que los coaches lleguen a tomar las riendas. Sin embargo, a Davis hay que darle un voto de confianza.

¿Quién sabe?… ¡Podría ser nuestro Buddy Bailey!, o quizás la razón para que un par de prospectos de los Cubs hagan historia con la divisa.

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