Santa Claus es Dominicano…Se llama Miguel Batista
Miguel Batista complementa su trabajo como pelotero de Grandes Ligas con la ayuda y guía a jóvenes que buscan el béisbol como carrera. Su labor le ha llevado por cientos de terrenos de juego repartiendo un mensaje de optimismo.
La navidad es para mi la semana más especial del año, y creo que también para muchos de ustedes. Por eso quiero esta semana hacer lo más correcto que todos podemos hacer: “Dar”.
Las Grandes Ligas otorgan el Premio Roberto Clemente al jugador de béisbol que dentro y fuera del terreno sea un ejemplo de trabajo y ayuda a la comunidad. Este año el galardonado fue Derek Jeter por el trabajo que hace con su fundación “Turn 2”. ¡Bien…aplausos!
Pero hoy no es una fecha para decir quien merece que. Es una fecha para “dar”. Así que “doy” mi reconocimiento público y desinteresado al lanzador dominicano Miguel Batista.
A muchos peloteros y atletas profesionales a veces se les olvida “ser gente”. Miguel es gente antes que pelotero. Aparte de nacer con la capacidad de lanzar una pelota a más de 90 millas y saber darle movimientos con control y dominio, es también un virtuoso escritor.
Pero pocos saben sobre su grandísima sensibilidad social y su gigantesca capacidad para “dar” y generar algún beneficio desinteresadamente hacia el prójimo, o para causar una influencia que puede cambiar una vida.
En este aspecto de su vida trabaja junto a Elizabeth Martínez, su representante y agente para los asuntos fuera del terreno de juego. A esta relacionista colombiana no le interesa mucho si la curva de Miguel no está rompiendo, o si su equipo ha perdido 10 juegos en fila. Su mente trabaja en definir quienes tienen más necesidad de escuchar consejos de un lanzador de grandes ligas, o de recibir ese guantecito, que por alguna razón, la vida no le ha otorgado a algún niño de nuestras tierras.
Ambos conforman una llave que poco sale en los titulares de MLB.com. Muchas veces nosotros como periodistas damos prioridad a noticias del día a día, dejando en un limbo el impacto del mejor lanzamiento que Miguel y Eli realizan sin necesidad de calentar: el desinterés.
Ni una recta de Nolan Ryan, ni un cambio de Santana, ni el mejor pitcheo que el propio Batista pudo realizar durante la Serie Mundial del 2001, pueden compararse.
Impacto que cambia vidas
Miguel y Elizabeth recientemente visitaron San Carlos de Cojedes para encontrarse con los niños de esa zona rural. Esta fue sólo otra de sus visitas que han incluído a zonas muy pobres en Ecuardor, Panamá, Colombia, México, Rep. Dominicana, Venezuela y Estados Unidos.
Después del viaje Miguel partió a su hogar en Dominicana. Allá puedo conversar con él sobre esta reciente experiencia. A su regreso, anda atareado en las gestiones de la donación de un autobús escolar que le compró a unos niños para usarlo como transporte hacia un terreno que les prestan a las afueras de San Pedro de Macorís.
Miguel les hará más fácil su proceso. La función de “dar” nunca acaba para el poeta.
Miguel: “Aquí ando luchando con esta gente que me pone trabas y no entienden que este autobús es para que los niños vayan al play (terreno) para que no tengan que caminar tanto. El terreno que nos prestan es muy lejos. Yo pido que me donen un terrenito para construír un estadio pero nadie me responde…”
Leonte: Jajaja. Andas en las tuyas. Espero que te salga bien. ¿Cuéntame que hacías por Cojedes?
MB: “Fui a seguir mi labor social que quizás es más difícil que lanzar en Grandes Ligas. Ya tu sabes, yo hice todo lo que pude para que pudieramos llevarles algo a estos niños de Cojedes. A Griffey Jr. Le quité unas mochilitas y a Víctor Martínez unos guantecitos para llevarles a los niños. Son muy humildes y tienen muchas necesidades en esos pueblos que visitamos. Yo sólo hago lo que siento que está bien, de tal forma que adquirimos parte de su humildad, nos pega los pies más a la tierra, mientras que ellos escuchan y aprenden lo que yo pueda brindarles.”
LL: “Pero Miguel, es que cada día me parece más alucinante lo que haces. De todos los atletas profesionales que he conocido tu eres el único que hace estas cosas. Para ti sería muy cómodo disfrutar de tu vida y listo, pero has decidido ayudar a la gente en la medida de lo posible y eso es algo invalorable. Te hace grande y opaca cualquier cosa que tu hagas en el terreno de juego”.
MB: “Gracias, de verdad esas palabras valen mucho. Elizabeth tiene mucho crédito en lo que hacemos. Visitar a estas comunidades y ver sus problemas y llevar un mensaje de que las cosas son posibles es reconfortante para nosotros e impactante para ellos. Cada pelotero es diferente, cada persona es distinta, pero yo a todos mis colegas les digo que ellos no conocen ni entienden el impacto que muchas veces tenemos en la vida de los demás, quizás por la fama. Pero sea cual sea la causa, si nosotros podemos dar algo estamos ganando como personas.”
LL: ¿Qué aspectos se tocan en las clínicas?
MB: Me gusta hablar con los entrenadores para darles claves sobre como reconocer el talento de los muchachitos a temprana edad. Trabajamos con los niños en el campo, pero la idea es que los entrenadores vean como ayudar a que estos chicos, entre tanta necesidad, alcancen su potencial y puedan encaminarse a una carrera como peloteros profesionales como forma de vida honrada.
También es muy importante el factor mental, y les doy ejemplos reales que han pasado en el béisbol para que los entrenadores ayuden al niño a superar el miedo para competir al máximo, superar adversidades y apaciguar sus propios temperamentos.
LL: Pero a veces los padres se crean falsas expectativas, ¿Cómo lidiar con eso?
MB: Tenemos que hacer primero personas de bien y luego peloteros. Los entrenadores son la base para que quienes tengan el talento lo pongan a su favor, ellos determinan quien puede tomar este camino. Siempre digo que tenemos que crear “Ciudadanos de Grandes Ligas”.
Sammy Sosa…la inspiración
LL: ¿De donde surge esta idea de dar y entregarse a nuestras comunidades?
MB: Mira Leo, yo cuando tenía 15 años que estaba entrenando y tenía el sueño de ser un pelotero profesional conocí a Sammy Sosa, que ya había firmado antes que yo. Sammy me dio la mano como a cualquier otro muchacho de los que ahí estábamos y eso me impulsó a mi a ser como él, un pelotero profesional. Eso incluye mucho trabajo y disciplina. Si todos tuviéramos más de eso, seguramente estaríamos mejor en el mundo.
LL: Después del retiro, la labor social será tu principal actividad?
MB: Yo nunca he hecho estas cosas con miras a mi retiro. Simplemente las hago por causar algún impacto positivo en la vida de un niño, de un entrenador, de un dirigente, de un político. La idea es llevar un mensaje de honestidad, trabajo y entrega.
LL: ¿Cuál es el principal mensaje que llevas?
MB: Que la gente reconozca, y que mis colegas atletas profesionales y organizaciones competentes se den cuenta, que el béisbol debe entregar más a las comunidades. Que cuesta poco y se gana mucho en influencia positiva y en cariño. Muchos peloteros lo saben, pero no lo aplican, y a veces ellos mismos tienen que tener el apoyo para estas cosas por parte de las autoridades.
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Nuestros abrazos