El orden comienza por la oficina

Los Gigantes del Cibao dieron un paso importante en el desarrrollo de las oficinas de la pelota invernal con la contratación de Candy Maldonado como Gerente General. El resultado del experimento fue exitoso en el terreno de juego.

La contratación y éxito de Cándido Maldonado como Gerente General de los Gigantes del Cibao en la República Dominicana abrió un abanico de nuevas posibilidades y renovaciones estructurales en la pelota invernal.

Atrás está quedando el manejo pulpérico, colmadónico y mamarracho de las franquicias de béisbol en nuestros países. Esto es béisbol profesional, por lo tanto el “profesionalismo” debe comenzar en las oficinas con las personas más idóneas para desempeñar estos cargos.

El trabajo en el terreno de juego comienza por la misma persona que hace llamadas telefónicas a los jugadores, el que ordena la confección de los uniformes, el que mantiene el contacto con la prensa, el que mantiene las comodidades en el clubhouse y el que firma los contratos y administra el presupuesto.

La pelota invernal ya tiene suficiente madurez como para que sus oficinas se contagien. Este es un circuito trasnacional que cada año avanza hacia la construcción de una “Súper Liga”.

Así, un boricua, como Maldonado, dirige el rumbo de un equipo Dominicano que hasta el año pasado tenía un mánager venezolano, y cuyo receptor llegó de la Liga Mexicana del Pacífico e hizo combinación con un abridor venezolano, que como refuerzo tomó el lugar en el róster que ocupó en la temporada un gringo que llegó desde Puerto Rico, porque el cubano-nacionalizado-dominicano, no recibió el permiso para jugar.

La crisis económica en los Estados Unidos ha reducido los espacios de trabajo para los profesionales latinos del béisbol, dentro y fuera del terreno, quedando la pelota invernal en una posición privilegiada para “atraer talento de nuestros países hacia nuestros países”.

Es hora de abrir más puertas y escalar niveles, exigir mejores condiciones para jugadores y mayor respeto para el fanático. Esta semana se discutirá en Margarita el nuevo “Acuerdo de Ligas Invernales” y las negociaciones deben apuntar a balancear los intereses entre MLB y la Confederación del Caribe. Estancarse, sería como vender el alma…así como más de una vez lo han hecho.

El efecto Candy

Candy llegó a la República Domimincana gracias a un voto de confianza basado en varias razones: 15 temporadas en las mayores, incluyendo un anillo de Serie Mundial, que le ponen al alcance de sus manos un importante número de conexiones y relaciones en el béisbol organizado; analista principal de béisbol de Grandes Ligas en español con ESPN, que le permite establecer una relación mediática esencial para el nuevo reto; y su experiencia de 9 temporadas en las oficinas de los Vaqueros de Bayamón y Lobos de Arecibo en la Liga de Puerto Rico, incluyendo un título.

La decisión de Laurentino Genao, propietario de los Gigantes, fue criticada en su momento por los escépticos tradicionalistas y estúpidos nacionalistas. Llegué a leer frases como: “¡No conoce nuestra liga!”, “¡No es lo mismo en la Liga de Puerto Rico!”, “¡Mientras el anda en la Serie Mundial su equipo anda dando tumbos!” fueron algunos de los comentarios de periodistas y pseudoperiodistas necios, de esos que abundan alrededor del Caribe.

Hoy veo frases de esos mismos como: “¡La labor de Maldonado fue excelente!”, “¡Fue un trabajo incansable!”, “!Nunca buscó protagonismo!”.

Al menos la reivindicación llega tras una electrizante Serie Final donde los Gigantes perdieron el título ante los Leones del Escogido. El Cibao estuvo a tres outs de la gloria en el juego 8 cuando un mal disparo de su campo corto Wilson Valdez abrió el hueco para empatar la pizarra y la eventual derrota que obligó a un juego final donde el Escogido, tuvo un mejor juego.

Un final tipo Red Sox – Mets en la Serie Mundial de 1986. Valdez es el Bill Buckner dominicano.

Aún cansado por el ajetreo de la Serie conversé con Candy en la capital quisqueyana antes de su partida a Puerto Rico.

Leonte: ¿Cuál es tu evaluación de la temporada con los Gigantes

Candy: Creo que fue un éxito para la franquicia porque fue un año distinto. Este era un equipo que en los últimos años fue competitivo alrededor de 3 figuras: Kendry Morales, Nelson Cruz y Brayan Peña. Cuando comenzó la temporada sabíamos que no contaríamos con ellos así que era incierta la forma como nos armaríamos en el terreno y no nos daban como favoritos. Yo al ver el material sabía que teníamos las armas. Tuvimos sorpresas como la firma de Wilson Betemit y la explosión de Juan Francisco sumado a la consistencia de Ramón Santiago, Erick Almonte, Francisco Peguero y un bullpen batallador. Logramos el engranaje que queríamos y lo llevamos por la dirección correcta. Si, perdimos la final, pero por cosas del béisbol, y eso estuvo a la vista de todos.

LL: ¿Cuáles fueron los retos más difíciles de la pelota dominicana?

CM: Te diría que lo más difícil al llegar a un nuevo lugar es ganarse la confianza de los jugadores y de la gente que te rodea en el equipo. Claro que ayudó que todos conocen la carrera de uno como pelotero de Grandes Ligas, pero no es lo mismo el trato diario. Yo como pelotero pasé por eso y se lo importante de la relación de un gerente con el equipo y la conexión que se debe llevar. El reto era hacer un “teamwork” conmigo como gerente y con Félix (Fermín) como nuevo mánager y con el apoyo de la junta directiva se logró.

LL: ¿Qué diferencia tiene el manejo del equipo en Dominicana con respecto a Puerto Rico?

CM: Acá en Dominicana se ha creado una cultura y un ambiente muy particular en el béisbol y mi meta era formar parte de eso. La pelota es mucho más agresiva aquí en comparación con mis experiencias en Liga Invernal de Puerto Rico, es un béisbol con mucha pasión y realmente se vive mucho más. La gente está pendiente, la prensa está mucho más involucrada; en fin, es un país donde se respira pelota. El manejo del equipo es igual, eso depende de un carácter que yo impongo en el trato por igual desde el prospecto de clase A, hasta el pelotero de Grandes Ligas. Todos merecen respeto.

LL: Candy yo pienso que más equipos progresivamente darán un paso al frente en la restructuración de su oficina, quizás ayudado un poco por la recesión económica que toca también el béisbol, ¿Cuál es tu opinión?

CM: Los equipos se están dando cuenta de que hay gente muy capaz que puede hacer un trabajo eficiente desde las oficinas y para muchos ex-jugadores es una nueva etapa en el juego. Por ejemplo, Laurentino Genao tuvo la confianza en mí y es algo que yo agradezco mucho. Fíjate que los Leones del Escogido hicieron una restructuración de su oficina con Junior Noboa comandando las operaciones y Moisés Alou como gerente general. Le cambiaron la cara al equipo, y ahí están los resultados, ambos fuimos a la final. Eso envía el mensaje que en la pelota invernal el trabajo también comienza por la oficina.

LL: Esta semana MLB y la Confederación están supuestos a firmar el nuevo acuerdo invernal ¿Qué puntos se deberían mejorar?

CM: Hay mucho camino por recorrer la Confederación debe velar por los derechos de los equipos invernales. Se deben reducir las cuotas y exigencias que ponen a los jugadores para jugar en el Caribe. A nosotros nos afectó mucho eso de que un lanzador se limite a cierto número de lanzamientos, o un jugador de posición sólo pueda jugar por un tiempo específico. Esta es una pelota muy competitiva donde se tiene que ganar y la fanaticada es exigente. En los viejos días no se veía nada de eso, el que quería jugar jugaba y listo, subía el nivel en el Caribe y no afectaba el calibre de las Grandes Ligas. Hoy en día el nivel es bueno sólo porque hay muchos más peloteros de calidad disponibles que antes.

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