Guerras y batallas entre MLB y las Ligas Invernales

El Acuerdo con las Ligas Invernales que regula las relaciones entre las Ligas Mayores y los 5 circuitos de invierno adscritos a la Confederación del Caribe, se encamina a un estado de mayor rigidez que limita la operación comercial y deportiva de los equipos latinoamericanos.


Preocupación existe alrededor del circuito de béisbol invernal en estos días sobre la renovación del ¨Acuerdo con las Ligas Invernales¨ (WLA, por sus siglas en inglés, Winter League Agreement), que expiró el pasado mes de febrero tras cuatro años de vigencia.

Este es el convenio de trabajo que regula las relaciones entre las organizaciones de Grandes Ligas y los 32 equipos que cumplen actividad en las Ligas Invernales de Venezuela, México, Dominicana, Puerto Rico y Colombia.

Los equipos de Grandes Ligas parecen haber tomado la posición de que las Ligas Invernales son un estorbo. Por otro lado sus afiliados tratan de enfatizar las bondades que tiene para los peloteros el jugar durante los meses de invierno. La realidad es que la pelota invernal no busca desarrollar sino ganar un título local y luego el máximo trofeo en la Serie del Caribe. Y esto obviamente conlleva un riesgo para el pelotero.

En relación a esta lucha el colega dominicano Mario Emilio Guerrero, del Listín Diario de Santo Domingo, se pregunta: ¨¿De dónde viene esta animadversión de MLB contra las ligas caribeñas? ¿Cuáles son las razones que han llevado a las organizaciones de Grandes Ligas a poner tantas trabas para que sus jugadores accionen en nuestros torneos?

Y cito textualmente su auto-respuesta a las interrogantes y su opinión, la cual apoyo: ¨Todo es producto de la llegada de una nueva generación de directivos (de Grandes Ligas), que nunca jugaron béisbol y no conocen la importancia de la pelota caribeña en estas tierras. Los puestos de gerente general, jefe de ligas menores, director de desarrollo y otros cargos de suma importancia, hoy en día son ocupados por egresados universitarios, en lugar de antiguos jugadores, como ocurría en décadas atrás. La mayoría de esos jóvenes ejecutivos ni se preocupa por conocer a los directivos de los equipos caribeños y algunos ni siquiera han visitado nuestros países¨.

Obviamente, como egresado universitario e incluso con una maestría en mi área de trabajo, no puedo estar en contra de la profesionalización académica de dichos puestos de trabajo, al contrario lo apoyo; pero si es cierto que carecen de conocimientos de la operación del juego a nivel latinoamericano, y un 50% de la relación con el Caribe está en los equipos de invierno.

Pero esta ¨camada de burócratas¨, como los llama Guerrero, han colocado las ganancias de los equipos de Grandes Ligas en niveles nunca vistos, han destinado altísimos presupuestos para el desarrollo y búsqueda en nuestros países y han consolidado una industria que va más allá de la acción en el terreno, que también incluye plataformas mediáticas, mercadotécnicas y de bienes y servicios de consumo.

Y como dije anteriormente, los jugadores son inversiones que proteger. Así los ven ellos. A pesar de que nosotros los sigamos viendo como nuestros muchachos que deben jugar con sus respectivos equipos frente a sus familias y amigos y mantener las tradiciones de los equipos locales.

Son dos partes bien fundamentadas que desde siempre buscan un punto medio.

Fatiga extrema

La lista de fatiga extrema se maneja desde finales de los años 90 fue inevitablemente aceptado por la Confederación del Caribe.

Un impasse en este sentido es algo que no podrían permitir bajo ningún concepto tanto Juan Francisco Puello Herrera, Comisionado de Béisbol del Caribe, ni Lou Meléndez, VicePresidente de Operaciones Internacionales de Major League Baseball.

La lista de prohibición por fatiga extrema incluye automáticamente:

*Jugadores que desde clase A hasta Grandes Ligas hayan tomado más de 500 turnos, y 325 en ligas de calendarios cortos (A y novatos).

*Lanzadores con 170 entradas en las mayores, 165 entradas entre clase A y triple A, 80 entradas en la liga de calendario corto y 70 entradas en liga de novato.

*Jugadores con 60+ juegos de Grandes Ligas, 55 entre clase A y triple A y 35 en ligas de calendario corto.

Los jugadores incluidos pueden recibir permisos para jugar después del 1ro. de diciembre si sus equipos invernales los solicitan y el equipo de Grandes Ligas lo aprueba.

¨Anteriormente era peor¨ dijo Puello Herrera tras la aprobación del expirado convenio. ¨ Ahora al menos se puede apelar para tenerlo en diciembre¨.

Para las próximas semanas la Confederación presenta la contrapropuesta al nuevo acuerdo, con el apoyo mayoritario de los equipos. Pero el ¨status quo¨ de que las Grandes Ligas se quedarán con la parte gruesa continuará. Ellos se hacen los pendejos, pero es así.

De hecho, la nueva propuesta por parte de las Grandes Ligas busca endurecer la lista de fatiga extrema bajando el número de entradas e incluso regulando a los receptores de manera individiual.

El presidente de la Liga Venezolana José Grasso Vecchio declaró en días pasados que la posición de Venezuela es que el convenio quede igual y que no sea más rígido. ¨Queremos propiciar que los gerentes de los equipos, tanto de allá como de acá, conozcan el reglamento, porque su desconocimiento lo que ha ocasionado algunos problemas.¨ expresó.

Meléndez afirma que la lista de restringidos incluye alrededor de 100 peloteros y que estos no deben influir en el torneo cuando existen sólo en Dominicana más de 1,000 peloteros para componer los rósters de la Liga, un número similar en Venezuela, además de los peloteros importados. Incluso, esta lista le da mayores oportunidades a los peloteros jóvenes de ver actividad en el circuito.

Claro Mr. Meléndez, pero recuerde usted que esos 100 peloteros son los ¨caballos¨, los que la gente paga por ver, los que ponen el espectáculo. No es lo mismo que los Tigres de Aragua arranquen la temporada con Jonathan Mota en el lineup, en vez de Miguel Cabrera.

Los fanáticos del Caribe entienden esto muy bien y quisieran que fuese entendido por los nuevos ¨cerebritos del béisbol¨.

Con todo menos con la cerveza

La nueva propuesta del acuerdo por parte de MLB incluye, según Guerrero, los siguientes puntos:

*La venta de cervezas y demás bebidas alcohólicas, debería concluir a partir del último out de la séptima entrada o dos horas después del primer pitcheo del juego. Todo vendedor debería parar la venta de estos productos luego del último out de la sexta entrada. Los equipos que deseen terminar la venta de cervezas antes de los límites antes señalados están en potestad de hacerlo.

*El tamaño de los vasos no deberán exceder las 20 onzas.

*Los responsables del estadio deberán restringir la venta de cerveza a un máximo de dos unidades por cada persona debidamente identificada.

*Cada persona que aparente tener 30 años ó menos de edad, debería ser conminada a presentar un documento válido de identificación. La gerencia y los empleados del estadio, así como los concesionarios, deben ser consistentes en reforzar las medidas tomadas respecto a las bebidas alcohólicas.

Ya va...denme un minuto que no puedo escribir más...tengo lágrimas en mis ojos producto de la risa. Me quede sin aliento de la carcajadas.

No voy ni siquiera a desarrollar este punto, ni a dar mi opinión, la cual ustedes conocen bien. Sólo diré que al ver esto, realmente me di cuenta que esta gente no tiene ni idea de lo que está hablando.

Como dicen en mi tierra: ¨Eso es un pocillo de locos¨.

Pero no se preocupen mis amigos cerveceros. Puede que perdamos la guerra, pero al menos esa batalla sé que no la vamos a perder. Ya sólo en la propuesta provocó no sólo risas en las cinco ligas, sino que se metieron con ¨Papá Dios¨... o más bien ¨Papá Patrocinante¨. Duélale a quien le duela, sin cerveza, no hay béisbol invernal. Es mejor aceptarlo que luchar contra ello.

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