Vuelve el perro arrepentido…


Con su mirada tan tierna…
Con el hocico partido…

Y el rabo entre las piernas!


Ha regresado la peor pesadilla para el béisbol…los esteroides.

Al resultar positivo Manny Ramírez por el uso de sustancias prohibidas regresa la nube negra sobre el juego, pero de manera distinta. Ahora es oficial: el béisbol de las Grandes Ligas si es implacable en esta época en cuanto a mantener el juego limpio se refiere. Gústele a quien le guste, o duélale a quien le duela.

Quizás pueda arrepentirme dentro de muchos anos por decirles esto: Yo aun no se si me duele o me gusta. En realidad, mis sentimientos hacia los esteroides se encuentran en duda. Primero estaba a favor de ellos y aun no estoy totalmente en contra. La duda me embarga. Puedo predicar en este momento con mucho orgullo y humildad el “ya no se”.

Y es que no se. No lo se. No se hasta que punto fue bueno que dejáramos salir esta situación de control. Cuando me incluyo, lo hago responsablemente como periodista que sabía, como tooooodo el mundo, lo que ocurría; pero nunca lo denunciaba porque era normal en esa época, creo. En verdad no lo se.

Honestamente no existía esa cultura y era “moral” de que quien consumía esteroides estaba “haciendo trampas”. En realidad era “normal” que un pelotero usara suplementos para mejorar su rendimiento. Todo era “normal” en la cultura del béisbol, y mucho mas en el ámbito profesional. Aun yo no entiendo, porque existía la percepción de que el atletismo, por ejemplo, debía tener un control antidopaje rígido, y quien lo fallara era totalmente desacreditado como atleta y en el béisbol todo era “normal”. Que diferencia hay con el béisbol? Si al fin y al cabo, estamos hablando de deportistas de alta competencia. Pero aunque no lo crean, no lo veíamos así.

Manny ya no es Manny

Manny Ramírez resulto positivo por una hormona que se ha dicho que produce en el hombre una “limpieza” de sustancias ya consumidas. El excéntrico jardinero de las trenzas jamaiquinas y la infantil personalidad publica, alego vagamente que se debió a un medicamento que le fue recetado por su medico personal, que contenía una un elemento prohibido dentro de la lista de sustancias prohibidas en el béisbol. Es su palabra contra las evidencias. Es nadar contra la corriente.

Por un lado hay que ser realistas. El numero de sustancias incluidas en la lista negra supera las 80, pero no es tan difícil saber al ingerir algo si alguno de esos elementos esta presente. Muchos jugadores han dado excusas sobre que si el idioma es una barrera, que si la lista es larga, que esto o aquello. Las excusas son demasiado baratas. Mas cuando existen tantos médicos especializados en las Grandes Ligas disponibles para asesorar a los jugadores que saben que administrar que sea permitido y de que alejarse.

Sin embargo es verdad que quizás la lista también sea demasiado estricta. Si bien es cierto, lo que se busca con prohibir sustancias es evitar su consumo por lo perjudicial que puedan resultar para la salud, cuando no son correctamente administradas. Existen sustancias en la lista que están incluidas en suplementos vitamínicos que son legalmente comercializados en cualquier tienda de nutrición en el mundo, que no deberían ser penalizados.

Incluso existen sustancias incluidas en medicamentos que son recetados por médicos para el tratamiento de enfermedades y síntomas de gripe, inflamaciones, dolores, etc, que son comunes en los peloteros, que tampoco se deberían prohibir.

Pero la versión de Manny no es creíble. Lamentablemente no puedo creerle a quien esta catalogado como el mejor bateador derecho de su generación. A un jugador súper productivo desde el inicio de su carrera. Como en todos los grandes casos de estrellas positivas en esteroides, creo que no tuvo necesidad de consumir ningún tipo de esteroide para mejorar un rendimiento que por naturaleza era excelente. Eso lo entendemos nosotros, pero el gurú en estas lides, Jose Canseco, quien hoy se ríe de ultimo de nuevo, y ríe mejor dice: se los dije!, y nos explica que todo se centra en 30 jonrones y un contrato de 20 millones o 40 jonrones y un contrato de 70. Saque usted la cuenta.

Y si vamos a sentimientos, y usted es aficionado a los Boston Red Sox, como ve ahora los 2 títulos en retrospectiva? Sobre todo el del 2004: Esta feliz aun porque Boston se “libro” de la maldición del Bambino y un equipo súper talentoso al fin pudo ganar la Serie Mundial?, o esta conciente que quizás muchos de esos jugadores que se bañaron de gloria lo hacían con la ayuda de esteroides, incluyendo a Manny Ramírez.

Si aun disfruta el titulo…pues que vivan los esteroides! Si siente un sabor amargo de engaño de alguna forma, entonces usted se inclina a que esta situación debe acabar de una vez por todas con sanciones mucho mas estrictas.

Todos caen en la misma bolsa.

Al final, caen en la misma bolsa todos los jugadores que han sido suspendidos. Grave error.

Es en este momento cuando recuerdo al lanzador zuliano Juan Rincón, que resulto positivo en 2005 por el uso de sustancias prohibidas. Bajo el acuerdo entre Major League Baseball y la Asociación de Peloteros, oficialmente no se puede mostrar a la luz pública la sustancia por la cual el pelotero ha sido suspendido, pero igual todos caen en lo mismo.

Rincón en ese momento se sintió confundido, impotente y avergonzado por el resultado, mientras se perfilaba como uno de los mejores relevistas de las mayores. Su versión honesta, y yo le creo, fue el uso del analgésico Voltaren, comprado en Venezuela y recetado por su propia madre para el dolor de espalda.

Y este es el punto donde yo tengo un problema con la política de las Grandes Ligas. No puede ser que un jugador sea igualmente suspendido por la misma cantidad de tiempo por el uso de cocaína, testosterona, anfetaminas o un Voltaren.

Si la idea es limpiar el béisbol, creo que es limpiarlo y no sobre limpiarlo. Por eso aun tengo dudas sobre el querer eliminar esto de las sustancias prohibidas. Yo estoy de acuerdo en que no se puedan utilizar sustancias que sean perjudiciales para la salud, solo por buscar mejoras del rendimiento en el terreno que puedan causar una ventaja sobre los demás jugadores que están en un terreno de juego.

Pero no estoy en contra con el uso de suplementos vitamínicos que han sido desarrollados con los avances de la medicina, y que ayudan a un jugador de Grandes Ligas a que la ruta de 162 juegos en una temporada sea menos difícil. Entonces para que ayudan los avances de la tecnología. No podemos quedarnos en la época de Babe Ruth en cuanto a la preparación física.

Muchos dirán…”pero es mucho el dinero que se les paga para eso!”. Yo creo que ese no es el punto, el punto verdadero es el ejemplo que estos jugadores dan a la juventud con el uso de suplementos químicos dañinos al cuerpo humano por un lado, y el mismo efecto que un jugador pueda causarse a si mismo. Es este último punto el que debe regular de manera celosa las oficina del Comisionado de Grandes Ligas como ente rector del juego. Deben velar por la integridad del deporte y quienes lo juegan, ahí si que no tengo dudas.

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