Vizquel: El muchacho de 40 años.


Scottsdale, Arizona. En pleno mediodía y con una fresca brisa que mantiene la temperatura alrededor de los 20 grados, los San Francisco Giants están listos para saltar al terreno contra los Chicago Cubs, como parte del calendario de juegos de exhibición de la Liga del Cactus.

Aquí está Omar Vizquel, entrenando para su temporada número 20. Ningún jugador venezolano ha pasado tanto tiempo en las Grandes Ligas. Sólo Luis Aparicio suma más juegos en su carrera. Aparicio jugó 2.583 juegos en el campo corto en su carrera, cifra que aún es un récord. Vizquel acumula 2.570. Aparicio jugó en total 2.601 partidos. Vizquel suma 2.588. Es decir, el número mágico para Vizquel es 13 en ambas categorías. ¿Irónico no?

De no haber sido por la lesiones en la rodilla derecha en el 2003, que limitaron al caraqueño a sólo 64 juegos en la temporada, y si la huelga de las Grandes Ligas en 1994 no hubiese cancelado la mitad de la temporada, todos estos números ya fueran cosa del pasado.

Hoy, a punto de cumplir 41 años (en abril), de nuevo una lesión acecha. Ahora es la rodilla izquierda. Sin embargo su veteranía le hace poner los pies en la tierra y tomarse el proceso con calma, aunque la diferencia es que hoy disfruta al máximo cada minuto en un uniforme de Grandes Ligas, sabe que el final de esta etapa está más cerca que lejos. Esta semana conversé con el muchacho de la urbanización Santa Eduvigis.

¨Mi panita¨, comienza con su marcado, sencillo y orgulloso acento capitaleño, ¨Yo llegué de Venezuela en diciembre súper fiebrúo, y comencé a entrenar en Seattle porque quería llegar fresco a los entrenamientos, y fue ahí cuando me comenzó a molestar un poco la rodilla, pero yo no le presté atención porque pensé que era cansancio. Me fui de vacaciones a Hawaii con mi familia y no me molestó, o se me olvidó la molestia. Fue al principio de los entrenamientos cuando sentí un día un ¨tic¨ y me comenzó a doler y a hincharse. Me hice una resonancia magnética donde salió que un pedacito del menisco estaba roto, así que decidimos por la operación inmediata¨.

¿Cómo te fue durante la operación?

¨Estas operaciones artroscópicas duran muy poco porque sólo limpian lo que está roto y listo. El Dr. Ken Akizuki hizo un gran trabajo. En realidad la operación duró muy poco, quizás una hora. No fue gran cosa, pero obviamente me afecta porque no estoy al 100% en este momento y después de haber jugado con el Caracas yo llegué emocionado a los entrenamientos. Es frustrante pero gracias a Dios parece que no es nada complicado¨ explica.

Los Gigantes y Vizquel tenían un acuerdo previo con respecto al 2008. Si el campo corto titular lograba participar en 140 juegos, su contrato se renovaría automáticamente para el 2009 por $5.2 millones, de lo contrario, Vizquel pudiera convertirse en agente libre. Con las terapias y las semanas de recuperación para que la rodilla sane y esté en condiciones óptimas Vizquel podría perderse hasta 15 juegos lo que significa que es muy poco probable que llegue a esta cantidad, tomando en cuenta que la temporada regular consta de 162 juegos.

¨Si, es poco probable que llegue a 140 juegos. Tendría que jugar todos los días y a nosotros nos dan ocasionalmente algún día libre para descansar del juego diario. Yo me siento muy bien físicamente para mi edad, pero ellos (los Giants) me darán algunos días de descanso. Claro, todo depende de mi rendimiento y de como esté el equipo porque si yo estoy bateando y respondiendo es difícil que me sienten, pero si no estoy viendo la bola, pues ocasionalmente voy a la banca...es así de fácil papᨠdice con humildad el mejor campo corto defensivo estadísticamente en la historia de este juego.

En 11 de sus últimas 12 temporadas ha superado los 144 juegos. A estas alturas 140 juegos es una cifra realista sin contar inconvenientes como éste. Su regreso sin apurar las cosas estaría pautado para la tercera o cuarta semana de abril aunque el preparador físico de los Giants Dave Groeschner dice que esperan que Vizquel pierda la menor cantidad de juegos posible, pero ¨su rodilla nos dirá¨.

¿Y qué pasa si no alcanzas los 140 partidos?

¨Bueno pues no se renueva el contrato y el año que viene entonces tendré que sentarme con ellos a ver que quieren hacer. Yo me siento con unas condiciones increíbles porque mantengo mi régimen de entrenamiento constante para mantenerme así. Al final de la temporada veremos como estoy y que quieren hacer los Gigantes conmigo. Si llegamos a un acuerdo pues regreso a jugar con todo el gusto del mundo porque me encanta San Francisco. Si no me firman pues me iré pa´ mi casa...¿Qué más voy a hacer?¨

¿Y si otro equipo se interesa?

¨Bueno depende…si llega ese momento veremos que ofrecen y como estoy yo. Yo mantengo mi mente positiva y disfruto de cada momento. Y si nadie ofrece nada pues me tendré que irme a mi casa y buscar que hacer fuera del béisbol.¨

Pero la sombra de Luis Aparicio está latente. Sus números están más cerca que nunca y superar estas barreras le abrirían un gran camino hacia el Salón de la Fama, sobretodo en una época donde la integridad en el terreno de béisbol es cuestionable. La de Omar Vizquel está intacta y es una carta que juega a su favor para convertirse en el segundo venezolano en Cooperstown.

¨Este año voy a quebrar la marca de más juegos en el campo corto que quizás es la más grande de las huellas de Aparicio, con esto es como cerrar un ciclo¨ dice con confianza.

A su llegada a los entrenamientos hace 3 semanas Vizquel le dijo a los periodistas norteamericanos: ¨Me siento como un Ford Mustang GT 500 con motor de 429 caballos, porque ese carro fue fabricado el mismo año que yo nací (1967) y me siento como un carro clásico. Sólo espero que todavía le den valor¨. Al menos parece que ese motor sigue encendido y esperando para salir a correr porque según el mismo dice las terapias de recuperación van ¨¡De pinga!¨.

Vizquel es un atleta ejemplar. Si la mitad de los jóvenes que practican este deporte tuvieran sus condiciones y su disciplina dentro y fuera del terreno, a sus 40 años, hubiesen más latinos en las Grandes Ligas de los que actualmente hay. Con mucho trabajo es posible retrasar un poco el efecto del paso de las agujas del reloj, más no el tiempo real, desafortunadamente.

¨Kike¨, sin embargo, no se cree ni se siente viejo, pero está consciente de su suerte y su realidad: ¨Cuando se tiene esta edad y se está a plenitud de condiciones, sintiéndose tan bien como me siento, esto se disfruta mucho más, porque sabes que el fin está más cerca. Cada momento se aprovecha.¨

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