Se busca umpire
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El béisbol de Grandes Ligas es un gigantesco sistema que ofrece oportunidades para muchas personas. Obviamente, quienes más se benefician son los jugadores, las figuras principales del show y el negocio; pero también son a quienes más trabajo les cuesta llegar y mantenerse en este nivel.
Sin embargo hay varias vías de pertenecer directa o indirectamente a este competitivo ambiente.
Esta semana conversé con uno que llegó a los mejores diamantes no por lanzar bolas y strikes sino por cantarlos. Me refiero a los umpires. Solo tres latinoamericanos forman parte del grupo de 70 árbitros en las mayores, uno de ellos es el mexicano Alfonso Márquez.
Márquez ha recorrido el camino pedregoso. Hijo de inmigrantes mexicanos que llegaron a los Estados Unidos por la puerta trasera, ha vivido en carne propia los contratiempos de quienes cuentan en este país con la esperanza como su principal recurso. Desde 1993 comenzó en el béisbol profesional en la Liga de Arizona y de ahí pasó por todas las categorías del sistema de Ligas Menores hasta que la puerta del big show se abrió por primera vez para un nacido en tierras aztecas.
Hoy en día esa puerta se abre de nuevo en esta profesión. Major League Baseball, propiciando la diversidad racial entre el cuerpo arbitral, organiza los llamados ¨Umpire Camps¨ o campamentos para umpires.
Entre el 4 y el 11 de noviembre de este año en el Compton Community College de Long Beach, California, se realizará la segunda edición de estas clínicas abiertas dirigidas a umpires de todos los niveles, profesionales y amateurs, así como también aspirantes a este oficio. Los participantes tienen el chance de aprender las técnicas, entrenamientos, reglas y manejo de situaciones por parte de los propios árbitros de las Ligas Mayores.
¨Debemos enfatizar que hoy en día existe la oportunidad y la intención por parte de las autoridades en el béisbol de encaminar a más latinos hacia el arbitraje de Grandes Ligas¨ dice Márquez con un tono optimista, cuya participación en este programa es un punto importante para estimular el mensaje para atraer a los latinos a esta desafiante profesión.
Los asistentes al campamento con mejores condiciones y aptitudes tienen la oportunidad de recibir becas para asistir a las academias de arbitraje. Existen dos instituciones avaladas por la asociación de umpires profesionales de los Estados Unidos que imparten cursos intensivos de arbitraje profesional de béisbol. Estas escuelas pertenecen a dos de las más respetadas autoridades de los terrenos: Jim Evans y Harry Wendelstedt, ambas en Florida.
Los mejores en este proceso son asignados al ¨ompayeo¨ en las Ligas Menores, donde comienzan o continúan sus carreras, y tal como cualquier jugador deben destacar para subir. Según Tom Lepperd, director administrativo de los umpires en las mayores ¨un umpire se tarda entre 7 y 10 años para ser elegible a subir a las mayores, casi el doble de lo que le toma a un pelotero promedio¨.
Márquez reconoce que lo más difícil cuando uno esta en AAA es conseguir un cupo en las mayores. ¨Recuerda que la carrera de un umpire es muy larga, mira a Bruce Froemming, que tiene 37 años en su profesión. Para que haya una oportunidad de subir es porque alguien sale y no es fácil. Pero en este momento ciertamente hay una inclinación a que los hispanos aprovechen estos cupos¨ describe el nativo de Zacatecas. ¨La herramienta principal es el inglés. Yo he visto umpires con grandes conocimientos de reglas y excelentes aptitudes pero que no hablan el idioma. Para ser un buen umpire hay que tener una preparación integral¨ agrega.
La pasión por el béisbol converge aspectos técnicos, atléticos, gerenciales e intelectuales. El maestro Luis Verde, decano de la historia del béisbol en la región del Zulia, en Venezuela; fue jugador, umpire, anotador y periodista; un verdadero hombre del béisbol. Hoy las Grandes Ligas buscan algún hispano-parlante que reúna estas características adaptadas a los tiempos modernos.
Alfonso reconoce en su octava temporada en el mejor béisbol que ¨se necesita mucha paciencia y determinación para llegar a las mayores como umpire¨. ¨Desde mis inicios mi meta fue trabajar en una Serie Mundial y se me cumplió por eso estoy contento con mi carrera¨, comenta con el orgullo de quien cumple un objetivo trazado.
Es una carrera dura pero gratificante para cualquier amante y conocedor del juego. Si yo no estuviera escribiendo estas líneas quizás me fuera a probar suerte, sin embargo, ¨ahí les dejo esa bombita¨, y confío que así como tenemos jugadores, mánagers, coaches, periodistas, ejecutivos y hasta agentes alrededor de los diamantes de las mayores, en un futuro podríamos contar con un umpire venezolano en las Grandes Ligas con la capacidad, determinación y respeto de Alfonso Márquez.
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