La grandeza de "El Grande"
La semana pasada el béisbol venezolano se vistió de gala para celebrar un año más del debut en la pelota profesional de Luis Aparicio, único Salón de la Fama venezolano. El debut del “junior” Aparicio marcó el momento más glorioso en la historia del deporte del estado Zulia y quizás de toda Venezuela. Y es que para él, su destino y su suerte estaban escrita. Sólo tenía que recorrer un camino de éxitos en los diamantes, el cual comenzó desde el mismo momento que su padre frente a toda la fanaticada el 18 de noviembre de 1953, en el Estadio Olímpico de Maracaibo, en el juego entre Gavilanes y Pastora, le entregó su bate y su guante marcando, un paso generacional, o quizás, un cambio de mando. Maracaibo tenía desde ahí un nuevo “Grande”. El destacado locutor Oscar García, quien presenció el momento me dijo hace algún tiempo: “A más de uno se nos salieron las lágrimas en esos momentos, porque significaba recordar los grandes momentos que nos brindó el viejo Luis, y fue admirable ver