¿Comienza la cuenta regresiva para Cooperstown?

Omar Vizquel disfrutó de una exitosa temporada como utility del cuadro para los White Sox quebrando marcas y sumando credeciales para el Salón de la Fama a sus 43 años.

Para el 1 de mayo, tras el primer mes de la temporada, Omar Vizquel había jugado sólo 9 juegos con los Chicago White Sox y acumulaba promedio de .113 producto de 3 hits en 31 apariciones al plato.

En esos días, el veterano de 22 temporadas y 43 años de edad me confesó que sentía que la edad le estaba “pegando” un poco. Era difícil levantarse temprano, la rutina parecía ser más pesada.

“Me está costando reconocer los lanzamientos” decía en esa ocasión.

¿Cómo así? Preguntaba yo incrédulo.

“Bueno no sé si será que tenga que usar lentes, pero a veces cuando pienso en hacer swing ya ha pasado una recta que la veo como un misil y me quedo así como…¡Wow!. No sé si sea la edad o los síntomas de que el final llega pronto, pero me está costando”, revelaba entre su honestidad y su preocupación.

¿Quizás necesitaba lentes? ¿Unos estilo Chris Sabo? Es natural que la vista y los sentidos van mermando con la edad.

Yo alegaba a manera de consejo y de estímulo que recordara sus sesiones con el gurú del bateo Rudy Jaramillo en Texas, lo cual fue bastante positivo para aumentar su promedio tras su último año en San Francisco donde había terminado con promedio de .222 en 92 juegos.

“¡A mí se me olvidó toda esa vaina ya!” decía en todo de broma. "A la defensiva aún tengo agilidad y ahora me cuido más que antes pero de pana que...¡Los pitchers en Grandes Ligas son arrechos!"

El verano llegó y la opción de tener a Vizquel en la banca se convirtió en una verdadera opción para el mánager Oswaldo Guillén. La figura de suplente del cuadro poco a poco fue tomando mayor fuerza y tiempo de juego en la cueva de los White Sox, mientras el club lucía competitivo en la lucha por el banderín central con los Twins. Su aporte era innegable mientras las lesiones plagaban el cuadro interior.

El tercera base Mark Teahen tuvo una lesión en un dedo que le dio la titularidad al criollo. Y a pesar de su regreso, el “chico” de 43 años mostró su clase y se adueñó de la posición.

Entre el 24 de mayo y el 9 de septiembre, Vizquel jugó 80 juegos y bateó para .308 con porcentaje en base de .375, además de 2 cuadrangulares y 25 remolcadas. El verano que al principio lucía tranquilo y pasivo para el veterano se convirtió en una época prolífica de mucha actividad, aumentando las credenciales y estadísticas en su carrera, mientras las expectativas de continuidad en el 2011 incrementaban.

Y si les gustan las estadísticas disfruten de estas:

En julio bateó para .351, con porcentaje en base de .433. De sus 106 juegos esta temporada, los White Sox han ganado 62, y en esas victorias Omar remolcó 23 carreras y bateó para .286. En sus 87 juegos como titular remolcó 30 carreras y dejó promedio de .283. Contra bateadores derechos conectó para .296. Tomando turnos cuando el juego estaba empatado bateó para .293.

Y escuchen esta...¡paran los pelos!...a la defensiva jugó 105 partidos y solamente cometió 3 errores. ¡3 errores!

Sin embargo, este número es deficiente comparado con el 2009 cuando en 62 juegos con Texas no cometió ninguno. Más allá, en el 2008 con los Giants cometió 2 errores en 92 juegos. Es decir, en sus últimos 260 juegos en las mayores sólo ha cometido 5 errores. ¡5 errores desde que cumplió 41 años de edad!

Vizquel acumula 83 juegos en la tercera base y su porcentaje defensivo es de .979. Sus 3 pecados han sido en esta posición que ocupó por primera vez en su vida durante el 2009 en Texas. Sólo Jhonny Peralta, de Detroit, lo supera en porcentaje defensivo con .982 en 100 juegos y 5 errores, pero tras su salida de Cleveland pasó a jugar el campo corto.

Números con méritos suficientes para ganar el Guante de Oro. Quien se lo disputará será Brandon Inge, también de Detroit, que suma 140 juegos en la antesala con porcentaje de .977 y 7 pecados.

Pero...¿Qué fue lo que cambió ese día? ¿Qué cambió el 24 de mayo para que Omar Vizquel a sus 43 años nuevamente luciera como en el tope de su carrera"?

"Realmente lo que si incidió fue la mentalidad de jugar con regularidad" afirma hoy. "Al principio de la temporada sentía que este año iba a ser como en Texas donde tenía las ganas de jugar pero no me utilizaban mucho. Nunca había tenido en mi carrera esa experiencia de ser un jugador en la banca estando al 100% de mis condiciones. Mientras los días fueron pasando y más me alineaban, más se necesitaba mi aporte a la alineación y la mentalidad cambia y uno se va calentando y obviamente rindiendo mejor."

¿Eso quiere decir que ya los pitcheos los ves mejor? ¿No hicieron falta los lentes?

"Jejeje. No hicieron falta. Los ojos se abren con más tiempo de juego. Lamentablemente estuve fallando en las últimas semanas y eso hizo que mi promedio cayera...pero para mi edad y para las expectativas que tenía esta temporada no me fue nada mal."

Nuevos récords

Durante la temporada 2010, cada vez que Vizquel salió al terreno era una oportunidad de incrementar estadísticas para ascender entre los primeros en departamentos históricos en las mayores. Se convirtió en el tercer jugador que cubre el campo corto con 43 años, junto a Honus Wagner y Luke Appling.

El 25 de mayo superó a Luis Aparicio para quedar en el segundo lugar en la lista de imparables para un campo corto de todos los tiempos, marca en posesión de Derek Jeter.

Y el 6 de septiembre alineando en el campo corto Vizquel superó una pesada marca en las mayores al jugar en su partido número 2,832 superando a Rafael Palmeiro como el extranjero con más juegos en las Grandes Ligas.

¿Les suenan nombres como Babe Ruth, Ken Griffey Jr., Reggie Jackson o Honus Wagner? Vizquel tiene más tiempo de servicio en las mayores que cada uno de ellos y terminó la temporada entre los 15 jugadores con más partidos de Grandes Ligas, una lista que encabeza nada menos que Pete Rose.

Al momento de escribir estas líneas le faltaba sólo 1 hit para los 2,800. Con esta cifra ya supera a miembros del Salón de la Fama como Lou Gehrig, Andre Dawson, Luke Appling, Tany Pérez, Nellie Fox y Luis Aparicio.

"Para mí estas cosas son irreales" dice Vizquel. "Hoy parece que todo haya pasado demasiado rápido, me siento como que apenas hace un par de años llegué a los Estados Unidos para jugar béisbol y todos estos récords y números son realmente increíbles. Realmente no he hecho nada de mi parte para lograr tantas cosas, sólo trabajar con consistencia, mantener mi entusiasmo, y cuidar de mí mismo para poder jugar durante tanto tiempo".

¿Un año más bajo Guillén?

Los White Sox han ratificado que para el 2011 repiten con el mánager Oswaldo Guillén, quien durante la temporada lució apático con su compatriota.

Es de resaltar la objetividad y profesionalismo de Guillén al mando de los White Sox, quien trata a sus peloteros con bastante igualdad. Quizás una excepción sea con el lanzador Freddy García, quien ha tenido un gran apoyo de su "pana" para regresar a lanzar en las mayores.

Pero el trato de Guillén para con Vizquel ha sido bastante, pero bastante neutral, comparado con el trato que otros equipos o dirigentes tienen para un jugador de tal estatus con credenciales para el Salón de la Fama.

Guillén ha declarado en varias ocasiones que enfatiza su admiración sólo hacia la manera como se mantiene físicamente y cree que puede jugar uno o dos años más. Antes de la temporada declaraba su agrado por tenerlo en el equipo, pero su acostumbrada efusividad e intensidad brillaron por su ausencia en favor de su compatriota.

Pero un ejemplo claro fueron las declaraciones de Guillén a principios de septiembre sobre su problema de no tener a un tercera base defensivamente sólido, después de probar hasta 4 jugadores, mientras al mismo tiempo alternaba a Vizquel entre la antesala y la intermedia, siendo Vizquel, por mucho, el mejor jugador defensivo del equipo. Un movimiento lógico era dejarle la titularidad de la tercera base al "manos de seda" y cubrir la segunda con algún otro jugador del cuadro como Brent Lillibridge.

Pero en cualquier situación el "viejito" respondió con su guante y su bate, lo que otorga un boleto automático al terreno en cualquier espacio.

"Yo siento un gran respeto por Ozzie y estoy contento que regrese en el 2011. Él me ha tratado con mucho respeto. Después de ver lo que aún puedo hacer quiero regresar en el 2011, sé que puedo hacerlo todavía a este nivel y me lo probé a mí mismo. Aquí en Chicago me siento bien porque se lo que tengo que dar, tenemos un buen equipo y ojalá la gerencia pueda considerar el tenerme en sus planes para el año que viene. A mi realmente me gustaría regresar" dice el actual número 11 patiblanco.

Yo no sé" dice Guillén. "El se mantiene en forma muy bien, pero yo no sé si regresará con nosotros".

Sea como sea, Vizquel llegó al final del 2010 con credenciales de sobra para el Salón de la Fama. Mientras muchos jugadores en sus últimas temporadas merman sus números y opacan ese brillo que alguna vez tuvieron en sus carreras, para Vizquel 2010 fue todo lo contrario. Fue una temporada divertida llena de récords, anéctodas, acumulación de estadísticas y sobre todo de probar que aún tiene gasolina en el tanque y que el trabajo disciplinado para un atleta alarga su rendimiento donde la edad tiene muy poco que ver.



En los próximos meses veremos si el "11" nuevamente salta al terreno, si el "13" regresa o si la cuenta regresiva para Cooperstown ha comenzado para el mejor jugador venezolano en la historia de las Grandes Ligas.

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