Diversión y tradición veraniega en las Ligas Menores

 El béisbol de las Ligas Menores está regado por los lugares más recónditos de los Estados Unidos brindando oportunidades de desarrollo a los peloteros y diversión familiar a sus comunidades.

El 4 de julio marca la gran celebración del verano en los Estados Unidos. Verano es igual a béisbol.

Aunque aún muchos no lo crean, el béisbol continúa, así como la vida común en este país donde el Mundial de Fútbol sólo capturó plenamente la atención de todos sin excepción durante los partidos de la selección norteamericana.

Tras su eliminación, todo regresó a la normalidad. Aunque la comunidad hispana sigue minuto a minuto las acciones desde Sudáfrica en sus últimos días, el panorama deportivo de este país no se frena.

Y más allá de la acción de las Grandes Ligas que se apresta a la celebración del Juego de las Estrellas 2010 desde Anaheim, California la próxima semana, el verano se enriquece con la pelota de las Ligas Menores.

Cada parque del sistema de granjas tiene lo suyo. ¿En donde se puede disfrutar del talento de los futuros ligamayoristas en un lugar tranquilo y pintoresco, con todas las amenidades que ofrece el béisbol profesional y a menos de un tercio de los costos de un multimillonario parque de Grandes Ligas? Sólo en las Ligas Menores.

240 equipos alrededor de los Estados Unidos, Canadá, México, República Dominicana y Venezuela disputan los títulos de sus respectivos circuitos al mismo tiempo que mantienen el desarrollo constante de los futuros peloteros que aspiran llegar al más alto nivel.

Sobre todo en los Estados Unidos y Canadá, la acción de estos equipos es un elemento que no falta en la agenda veraniega de ningún fanático de la pelota.

Desde los pueblitos más pequeños donde los jugadores más noveles aprenden el exigente nivel profesional, acompañados y apoyados por las propias comunidades; hasta grandes ciudades con mega parques de pelota donde se esperan una llamada telefónica para las mayores. De norte a sur y de este a oeste en todos los territorios de este país, existe un parque de pelota con un club profesional afiliado a una organización de Grandes Ligas.

Lo bonito del asunto es su relación con la comunidad. Los jugadores se involucran con los habitantes locales y sus actividades. Aquí es donde los extranjeros aprenden no sólo el idioma, también la cultura y costumbres del país que les brinda esa gran oportunidad de brillar en lo más alto del deporte.

Es durante el verano donde abundan las noches cálidas, los atardeceres nocturnos, los crepúsculos multicolores sobre las torres de luces, mientras se escucha la descripción del partido por radio. Es en estos escenarios donde germina la semilla del béisbol y donde más cerca mantiene su relación con sus seguidores.

Tradiciones intactas

Asistir a un partido de Ligas Menores durante el verano es una de las experiencias que no debe faltar en la agenda de cualquier amante del béisbol. Sea cual sea el equipo, no importa la afiliación, ni la clasificación; cada parque y cada club tiene su significado especial.

Llegar a un parque de estas categorías es rememorar historias y grandes nombres que por cada uno de ellos han pasado.

Desde un partido en las históricas tribunas del Estadio Jackie Robinson de Daytona Beach, que abrió sus puertas en 1915 y desde entonces ha sido hogar de diversos equipos afiliados a las menores con centenares de peloteros de Grandes Ligas que han pisado su terreno, además de decenas de miembros del Salón de la Fama; hasta lugares recónditos como Casper, Wyoming, donde inician su difícil camino las nuevas firmas de los Rockies de Colorado en el Parque Mike Lansing, un histórico parque de tribunas de metal para dos mil personas.

O el obligado peregrinaje al Parque Atlético de los Durham Bulls, filial triple A de los Tampa Bay Rays, donde Kevin Costner marcó un hito en el cine de béisbol con su película "Durham Bull".

Un partido de ligas menores tiene su propio sentido. Aquí pocos están pendientes sobre las posiciones del equipo, la preocupación es que cada jugador logra tener una buena actuación que lo ayude a progresar en el sistema. El ambiente es relajado, las multitudes son pequeñas y proporcionales con los precios.

Esta semana visité el New Britain Stadium, la casa de los New Britain Rock Cats, la filial doble A de los Mellizos de Minnesota.

Al llegar impresiona la pulcritud del sitio. Es un estadio construido a principio de los 90s, pero con un mantenimiento ejemplar. Su tribuna puede albergar unas 7 mil personas.

Cada día en estos parques hay una promoción. Desde un póster de algún exjugador de la franquicia, en el caso de los Rock Cats, como David Ortiz, o Joe Mauer, o camisetas a los primeros mil niños, o gorras del equipo, o noche de helados gratis. Cualquier atracción es buena en el béisbol para complementar el juego.

En New Britain un asiento detrás del plato puede costar la suntuosa suma de $10 dólares. Por esta cantidad usted puede disfrutar de ver a menos de 30 pies como rompe la curva del prospecto venezolano Deolis Guerra, o del prospecto de los Toronto Blue Jays Kyle Drabek, quien lanzaba como visitante para los New Hampshire Fisher Cats.

Entre cada inning los niños invaden el terreno con concursos de todo tipo. El que se viste más rápido de pelotero, el que le gana corriendo a la mascota del club, el que puede lanzar 3 strikes, el que canta el himno, o el "Take me out to the ballgame", o una carrera de ojos ambulantes, o de una rosquilla persiguiendo a una botella gigante de leche. Es un espectáculo familiar.

Mientras en el nuevo Yankee Stadium un perro caliente tiene un costo de 6 dólares, el mismo aquí le cuesta $1.50. Si desea una cerveza, aqui la tiene en 5 dólares mientras en un parque de Grandes Ligas la puede obtener por $10 dólares.

Saque usted la cuenta.

Para una familia de cuatro personas, asistir a un juego de Grandes Ligas tiene un costo promedio de $500 dólares, mientras que para un partido entre clase A y triple A, disfrutarán del juego por unos $100 dólares o menos.

Y aparte de eso es muy posible que se lleve el autógrafo de alguna promesa del béisbol antes de convertirse en una estrella.

El lema: Es divertido ser un fanático

La experiencia del béisbol de ligas menores se concentra en la diversión en el estadio mientras se disfruta de un juego de la forma más pura y simple. Es por esto que estos partidos mantienen la esencia del juego, la competitividad e integridad de los jóvenes luchando por dominar lo mejor posible el juego.

Durante este verano ya los equipos alrededor de las menores han anunciado sus promociones. Yo les recomiendo asistir a alguno de estos parques y disfrutar de ese béisbol ameno, divertido, familiar y tradicional que ofrece el sistema de desarrollo de las Grandes Ligas. De verdad, no pierdan la oportunidad.

Algunas de las promociones más singulares en las próximas semanas son:

4 de julio - Noche de Ciudadanía: Los Iowa Cubs, triple A de los Cachorros de Chicago se juramentarán como ciudadanos americanos en el terreno de juego antes del partido ante un juez de inmigración, celebrando el Día de la Independencia.

5 de julio - Noche de perros: Los Tennessee Smokies, afiliado doble A de los Cubs, abren sus puertas a todos los perros. Todos los fanáticos pueden traer al parque a sus perritos y un patrocinante regalará comida y galletitas para las mascotas, además que los dueños disfrutarán de descuentos en sus entradas y de perros calientes a $1 dolar durante todo el partido.

16 de julio - Noche de los Baha Men: Los Norfolk Tides, doble A de los Orioles de Baltimore tendrán un concierto previo al juego de la banda jamaiquina Baha Men, famosos por pegar solamente la canción "Who let the dogs out?". Tendrán un ambiente playero durante el partido y bebidas tropicales especiales.

17 de julio - Noche del dinero gratis: Los Fresno Grizzlies, triple A de los Gigantes de San Francisco, regalarán con el patrocinio de un casino local un sobre con dinero a las primeras 2,500 personas que asistan al parque con cantidades entre 1 y 1000 dolares. Se repartirán 7,500 dólares en dinero en efectivo.

8 de agosto - Campeonato de piedra, papel o tijera: Los Tennessee Smokies tienen pautado un campeonato abierto de "Piedra, papel o tijera" antes y después del partido. El ganador se llevará un gran premio incluyendo el "Gran cinturón de campeón".

24 de agosto - Noche de los destapadores de pocetas: Los Binghamton Mets, doble A de los New York Mets, decidieron hacerle un homenaje a los útiles instrumentos regalando un destapador de pocetas a todos los asistentes al parque.

5 de septiembre - Noche del Campo de los Sueños: Los Portland Sea Dogs, equipo doble A de los Boston Red Sox, harán un tributo a la tradicional película de béisbol utilizando uniformes clásicos de principios de siglo y entrando al campo por una pared de maizales. Luego subirán a las tribunas para compartir con los fanáticos para agradecerles su apoyo.

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