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Holanda clasificó a la segunda ronda del Clásico Mundial de Béisbol logrando la mayor hazaña del béisbol de los Países Bajos y las Antillas Holandesas.

¨Béisbol¨ en la segunda ronda del torneo se dice en cinco idiomas, pero en español se le reacionan muchas frases.

¨En el béisbol no hay enemigos pequeños¨. ¨La pelota es redonda, viene en caja cuadrada y se le pega con un pedazo de madera¨. ¨Es un juego simple, se lanza, se batea y se atrapa¨.

Todas se han puesto de manifiesto en el Clásico Mundial de Béisbol 2009. Un torneo que empezó con muchas dudas por las expectativas organizativas y regulaciones.

Que si el Foro Sol es una mala sede, que si Colombia y Nicaragua deben asistir, que si los seguros de Santana y Pujols son muy caros, que si Alex Rodríguez juega con Dominicana o no juega, que si Cuba tiene mejor o peor equipo, que por qué los jugadores prefieren quedarse con sus equipos de Grandes Ligas antes de representar a sus países, etc, etc, etc, etc.

Las expectativas para un torneo mundial de béisbol que incluye a los mejores jugadores del mundo son gigantescas. Los fanáticos sólo quieren ver a sus mejores jugadores participar con la mejor disposición para ver juegos fuera de lo común. Cualquiera se imagina situaciones utópicas como Johan Santana dominando a Cuba, o C.C. Sabathia perdiendo ante Dominicana con un grand slam de Vladimir Guerrero, o Francisco Campos blanqueando a los Estados Unidos por México.

SI es muy bonito pensar que un Clásico Mundial pueda ser una situación perfecta como un Argentina-Brasil en un mundial de fútbol jugado en Alemania donde un Kaká se mide de tú a tú con un Messi luchando por sus colores. Pero la realidad es que es sólo el segundo de estos eventos y sigue estando en pañales. Es una semilla que va creciendo y hay que tenerle paciencia.

Pero la paciencia sobra, porque a pesar de todas estas razones para incluso llegar a odiar el torneo, los amantes de la pelota no pueden evitar prestarle atención. En un torneo corto y con tantas regulaciones se debe jugar un béisbol muy inteligente y no subesimar a nadie.

Es aquí donde de verdad vemos el verdadero béisbol moderno. ¡Bienvenidos al futuro! Atrás quedaron los tiempos de los épicos equipos y el despliegue de talento. Atrás quedaron los multicampeones internacionales equipos de Cuba, los héroes del 41 de Venezuela, los flamantes campeones dominicanos y boricuas en la Serie del Caribe, las leyendas locales mexicanas, los futuros miembros del Salón de la Fama de Estados Unidos.

Si no pregúntenle a Buddy Bailey, mánager de los Tigres de Aragua, cual es la forma más fácil de ganar una Serie del Caribe. Es la era del ¨Smartball¨. Béisbol inteligente. Gana el más vivo, como Holanda.

El que no es vivo es bobo y loser, como Dominicana.

Sorprendete Honkbal di Reino Hulandes

Lo menos que puedo hacer para mostrar mi admiración por una de las más grandes hazañas deportivas, no de Holanda, sino en conjunto con Curazao y Aruba, es hacer un titular en papiamento, la lengua de las Antillas, las semillas de este árbol.

Quienes creyeron en el potencial de las pequeñas ligas en las islas con la fuerte influencia que viene de Venezuela y de otras islas del Caribe estaban en lo cierto.
Quienes fueron alla en los 90´s a buscar peloteros y los consiguieron, estaban en lo cierto. Quienes inventaron hacer un equipo en conjunto que reuniera a la tradición beisbolera curazoleña, con la ¨mafia arubana¨ de los Orioles (Kingsale, Maduro y Ponson), y quienes se han interesado por el béisbol en los países bajos, también la pegaron.

Los dos triunfos de Holanda ante la República Dominicana demuestra que se puede ganar a punta de smartball. Cada lanzamiento fue precisado, la técnica fue evitar que los corredores en base anotaran. De 66 corredores contrarios en circulación en los 4 juegos de la primera ronda, sólo 11 lograron cruzar el plato. Eso valió para derrotar dos veces a Dominicana y hasta para mantener en vilo a Puerto Rico en su primer choque.

¨Dominicana es uno de los mejores equipos del mundo. Nosotros sabemos que no somos mejores que ellos, sólo que jugamos duro en cada detalle del juego y pasó lo que pasó. Creo que es un milagro¨ dijo Ron Delmonico, el mánager del combinado naranja.

En Curazao y Aruba el truinfo fue celebrado por todo lo alto, es quizás la mayor hazaña de su historia deportiva. En los Estados Unidos fue una sensación de incredulidad después que llovieron los titulares de broma hacia un equipo donde los dos jugadores más conocidos eran Sindey Ponson, famoso por un cargo de manejar en estado de ebriedad y haber caído preso en Aruba; y Randall Simon, quien etiquetó su carrera tras darle un batazo a una de las salchichas que corren en el estadio de Milwaukee, mientras jugaba con Pittsburgh.

En Dominicana, por el otro lado fue un día gris, como un día cualquiera en Amsterdam. El sol del Caribe no salió. El merengue no sonó. Ni siquiera llovió y mucho menos café en el campo. Fue una desgracia nacional que pegó en lo más profundo del sentimiento patriótico de la tierra de Duarte.

Desde ¨Malditos traidores¨, ¨falsos¨ y ¨desgraciados¨ catalogaron varios columnistas especializados a los jugadores que formaron y no formaron parte del combinado quisqueyano. Hablaron de una ¨conspiración macabra¨ para la caída del equipo dominicano y hasta de ¨brujería¨. Es quizás la página más gris en la historia del béisbol de la Isla.

Holanda terminó la primera ronda con el promedio colectivo más bajo (.151), pero demostró que con los fundamentos de pitcheo, defensa y correr efectivamente las bases puede bastar. Además en su cueva no había presión sino pura celebración y soca, comandada por el líder de este club, Randall Simon, quien ha recorrido el mundo jugando pelota.

¨¿Saben que?¨declaró Simon para los demás equipos del grupo. ¨Yo los conozco a todos ustedes, yo los respeto porque ustedes son todos estrellas, pero nosotros creemos en nosotros mismos, y si ya lo hicimos una vez y otra, puede pasar otra vez¨. agregó emocionado tras la clasificación.

¿La redención de Sojo?

Si en Dominicana las cosas salieron grises, en Venezuela tomaron color vinotinto y amarillo de un día a otro, demostrando que no hay enemigos grandes para el avanzado nivel de la pelota criolla.

Se sabía que Italia sería un rival ¨fácil¨ pero la duda y la gran expectativa del grupo C era el choque contra los Estados Unidos. Al finalizar el primer juego inmerso en una deblacle total del pitcheo de relevo; la nube gris que ha cubierto la labor del mánager Luis Sojo se hizo más grande. Las esperanzas del combinado vinotinto comenzaron a desaparecer.

Sin embargo tras la clasificación a la segunda ronda en dos victorias contra Italia, como era de esperarse, se reecontraron de nuevo los caballos del grupo para definir el campeón del grupo.

La victoria de Venezuela ante Estados Unidos puede catalogarse de histórica en el deporte nacional. El béisbol venezolano ha llegado hoy en día tan lejos, que derrotar al país con mayor cantidad de producción de jugadores de primer nivel, y cuyo equipo puede fácilmente representar a la Liga Americana en un Juego de Estrellas, puede pasar desapercibido, como de hecho lo fue. Fue algo normal.

Y el mérito no sólo es para Grégor Blanco que tuvo la noche de su vida, sino para ese mismo cuerpo de relevista que tanto se ha criticado. Ojo, la crítica no es contra ellos, sino que toda Venezuela esperaba contar con el mejor talento disponible, y por una u otra razón no se pudo. Si nos sobran relevistas en Grandes Ligas, pues la prioridad de los cupos debería ser para ellos, es todo.

Pero lanzadores como Jean Carlo Grandos, Iván Blanco y Carlos Vásquez que nunca han visto acción en las mayores demostraron su nivel. Al igual que Víctor Zambrano y Orber Moreno dijeron con su actuación que algo queda en esos brazos que los llevaron al mejor nivel del juego en algún momento.

Venezuela sorprendió a Estados Unidos con el título del grupo y eso trajo confianza en los propios jugadores, en un país entero que los sigue y en un mánager que busca quitarse una etiqueta de fracaso tras su primera experiencia en el torneo.

¨Tenemos confianza en lo que hacemos y sabemos la responsabilidad que tenemos¨ me comentaba Luis Sojo esta semana. ¨No nos dejamos caer por la derrota porque así es este juego, un día se pierde, pero al otro tienes la oportunidad de ganar, y eso fue lo que hicimos¨.

¨Se respira un gran ambiente en este dugout y los muchachos están inspirados por su color vinotinto, esperemos que ese sentimiento nos lleve lejos¨ añadió.

El torneo continúa y el interés se genera ahora lanzamiento tras lanzamiento, y no en lo que pasa fuera del terreno.

Comentarios

Jorge Ramiro ha dicho que…
Muy buena crónica, seguro que estuviste un tiempo largo para hacer la crónica. A mí me gusta el baisball, tengo varios juegos play 3 de baisball, pero no soy un gran jugador de verdad.

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