El "Trotamundos del Caribe"

Spike Lundberg ha saboreado lo mejor y lo peor del béisbol caribeño en su intenso recorrido por las Ligas Invernales durante su carrera. Este año lanzó para los Algodoneros de Guasave, las Estrellas Orientales y las Águilas del Zulia.

¿A quien no le gustaría tener un trabajo que te lleve a lugares como Cancún, Mazatlán, San Juan, Santo Domingo, Maracaibo, San Diego y Jacksonville en un período de tiempo relativamente corto? Existe un verdadero “Trotamundos del Caribe” que se gana la vida jugando beisbol: Spike Lundberg.

David Darrell Lundberg es un lanzador veterano de ligas menores que utiliza el sobre nombre que le colocó su abuela por sus pelos de punta, “Spike”. Este remoquete, sumado a su tranquila pero agresiva personalidad en montículo le ha hecho ganar adeptos en su largo recorrido por parques de pelota alrededor de las ligas menores, México, Venezuela, República Dominicana y Puerto Rico.

Lundberg es una especie de “Crash Davis” moderno. El personaje que interpreta Kevin Costner en la película “Durham Bull”. Un veterano de Ligas Menores que nunca ha tenido la “suerte” de su lado para subir a las Mayores.

La primera vez que vi a Lundberg fue en el 2005 en Guasave, un pequeño pueblo en Sinaloa donde juegan los Algodoneros de la Liga del Pacífico.

En esa oportunidad, Spike era el as de la rotación del club que era seriamente contendiente para ganar el título, algo que se desconoce por esas tierras desde 1972. Tras décadas de decepciones, el pueblo tuvo la mayor celebración en al menos 30 años cuando el equipo logró la victoria para disputar la final ante los Venados de Mazatlán. El héroe absoluto del pueblo era el lanzador californiano.

Lundberg era tratado como un Dios en ese pequeño círculo. Si alguna vez vieron la película “El Scout” pueden tener una idea de la idolatría por parte de los locales.

En el film, Brendan Fraser interpreta a Steve Nebraska, un jugador norteamericano considerado un Dios del beisbol en un pueblo perdido en México y que cada vez que venía a lanzar lo llevaban cargado en hombros en un trono hacia el montículo. Lundberg fue Steve Nebraska en Guasave.

En mi reciente visita a Maracaibo, tuve la suerte de reencontrarme con Lundberg jugando para las Aguilas del Zulia y pude conversar con el tranquilamente en el clubhouse local.

Este invierno lanzaste con 3 equipos equipo distintos, algo que muy pocos jugadores han logrado: Guasave en el Pacífico, las Estrellas Orientales en Dominicana y Zulia en Venezuela. ¿Cuál es tu balance de la temporada?

-En este invierno me ha sido difícil mantener el ritmo, así es este juego donde la consistencia en la clave y se que no la he tenido. Mi velocidad ha caído un poco y eso me ha afectado.

Pero Spike, no debe ser fácil ajustarse en dos meses y medio a tres ligas distintas, en tres países, con tres situaciones y filosofías diferentes donde todos esperan que llegues inmediatamente a dar resultados, ¿Crees que esto te ha afectado?
-Estoy acostumbrado a cualquier tipo de cambios en mi carrera en el beisbol en cualquier momento. No trato de justificarme con eso. Pero tienes razón, no es fácil ajustarse tan rápido y llenar las expectativas. Fue difícil salir de Guasave donde tengo tantos amigos y luego llegar a Dominicana con un equipo con poca motivación y luego a Maracaibo donde ya el club está armado. He tenido que trabajar con muchos receptores. Acá en el poco tiempo que tengo mi experiencia ha sido muy grata junto a Humberto Quintero y Luis Oliveros y son estas relaciones y estos momentos los que yo trato de aprovechar.

Tu has jugado en las 4 ligas del Caribe y durante el pasado verano jugaste por primera vez en la Liga Mexicana en Verano. ¿Cuál es tu evaluación del beisbol del Caribe?

-La Mex-Pac tiene un buen nivel por esa combinación entre prospectos y veteranos que la hace difícil. En el verano el nivel baja un poco porque hay muchos jugadores veteranos, pero que a su vez conocen muy bien la liga. En Puerto Rico te sientes un poco más en casa, aunque poco se involucre la afición. En Dominicana el nivel es increíble porque te enfrentas a muchos jugadores de Grandes Ligas o prospectos de primer nivel y eso hace que la liga sea muy difícil y competitiva. En Venezuela afectan un poco los largos viajes, sin embargo el nivel es parecido a Dominicana por la cantidad de talento y de jugadores de Grandes Ligas con todos los equipos, además de la cantidad de fanáticos en los estadios. Cada liga tiene su atractivo.

¿Cuál de ellas te ha gustado más?

-Me gusta jugar en México porque estoy cerca de mi casa. Yo vivo en San Diego y jugando en el Pacífico puedo ir a casa en cualquier momento, pero por ejemplo en Dominicana y Puerto Rico te puedes ir a la playa en el medio del Caribe y eso es increíble. En Venezuela tienes la experiencia de las ciudades. Yo jugué para los Tigres de Quintana Roo en el verano de México, entonces imagínate trabajar en Cancún durante el verano. No me puedo quejar.

¿Qué has aprendido de todos estos lugares que has recorrido?

-Que la pasión por el beisbol es igual en todos lados. Cuando alguno de mis compañeros en Estados Unidos me pregunta sobre venir a jugar en el invierno siempre los estimulo porque la experiencia es muy gratificante. Nadie debería quejarse de jugar beisbol durante todo el año. En estas ligas del Caribe los equipos son como una familia. Yo me siento afortunado por el trato que he recibido con todos los equipos con que he jugado. Acá el beisbol se juega con pasión y por eso es que hay tantos jugadores de calidad. He visto como trabajan estos chicos en el Caribe y el empeño que le ponen es increíble. Para ellos esto es mucho más que un trabajo, es su vida.

¿El lado amargo del beisbol?

Este deporte tiene sus satisfacciones, viajes, lugares y gente interesante. Pero también está su lado amargo. Muchos dirán amarguísimo. Llegar a las Grandes Ligas no es nada fácil.

Lundberg fue seleccionado por los Texas Rangers en el draft de 1997 del San Diego-Mesa College. Inicialmente era campo corto, luego fue convertido a lanzador.

Once temporadas en ligas menores con Texas, Philadelphia, Toronto y los Dodgers tiene registro de 95 - 69 con efectividad de 3.88 en 420 juegos. Además acumula 66 salvados, tras ser utilizado como cerrador a tiempo completo en al menos 2 temporadas. En el 2003 completó 31 salvados con Tulsa (AA-TEX) con efectividad de 2.48.

En el 2006 como abridor dejé marca de 15-2 con 2.27 con el Jacksonville (AA-LAD) y fue el Pitcher del Año en la Liga del Sur en su debut con la organización de los Dodgers, firmado por Mike Brito, quien lo escogió tras su temporada con Guasave donde resultó pitcher del Año en la Liga del Pacífico en la 2005-2006.

Al parecer nada de esto fue suficiente para al menos tomarse un café en las Grandes Ligas.

“Yo he trabajado muy fuerte en mi carrera como pelotero profesional y estoy contento con lo que he logrado y los lugares donde he ido. No me quita el sueño llegar a las Mayores porque es algo que uno no puede controlar, es realmente una cuestión de suerte. En más de una ocasión llegué a ser el próximo, pero esa llamada nunca llegó por cuestiones del destino. Ahora me queda sólo esperar y continuar en este camino. Se que es difícil a mi edad recibir una oportunidad, pero no es imposible. Sólo tengo que continuar”, dice Lundberg, hoy un agente libre.

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