¡Campeones...2 títulos en 126 temporadas!


Los Phillies lograron en el 2008 su primer título de Serie Mundial desde 1980.



Hace unos 4 años atrás en época de entrenamientos primaverales, me tocó cubrir a los Phillies en su casa invernal de Clearwater, Florida. A mi llegada al parque procedí a buscar mi respectiva credencial de trabajo y cuando me la entregaron me di cuenta que la credencial tenía el logotipo de los años 80 de los phillies, esa famosa “P” de color vinotinto.

Lo peor de todo era que decía: “Credencial de Medios – Campeones de la Serie Mundial 1980 Philadelphia Phillies”.

Yo pensé de una vez: “¡Pero que increíblemente patético es este equipo!...Todavía, a estas alturas se atreven a distribuir una credencial o algún tipo de material que hace alusión a su único título¨.

Imagínense ustedes que lleguen al estadio Luis Aparicio y el locutor interno diga: “Bienvenidos a la casa de los Campeones de la Serie del Caribe de 1989…Águilas del Zulia”.

Es verdad que son datos bien certeros, pero nada agradable recordarlos después de dos décadas porque simplemente muestran que desde esos momentos los esfuerzos por coronarse no han sido fructíferos, por una u otra razón.

Mientras los sentimientos de lástima por los 100 años sin ganar de los Cubs inundaban todas las esquinas del planeta donde se sigue o se habla de pelota esta postemporada; al llegar la Serie Mundial, la balanza se inclinó a favor de los ¨pobres¨ Rays que tuvieron su primera temporada exitosa desde su ingreso a las mayores en 1998.

Nadie, absolutamente nadie se detuvo a recordar que un equipo como los Phillies sólo había ganado 1 título en 126 años.

Nuestro problema es que la memoria nos traiciona.

Todavía muchos recuerdan cuando Joe Carter acabó la Serie Mundial de 1993 con un cuadrangular a Mitch Williams. Pero al menos, los Phillies estaban presentes.

Un poco más atrás, en muchos aún está presente el título de 1980 y la figura imponente de Mike Schmidt junto a las hazañas de Jesús Marcano Trillo. Como también estuvieron en la Serie de 1983, pareciera que dentro de todo ha sido una franquicia medianamente competitiva, pero no es así.

Los Philadelphia Phillies son el equipo con el mismo nombre y en la misma ciudad más antiguo aún en actividad en los deportes profesionales de los Estados Unidos. Ingresaron a la Liga Nacional en 1883 y en 126 temporadas de ininterrumpida actividad sólo en 1980, lograron ganar la Serie Mundial.

Hoy son nuevamente los campeones de las Grandes Ligas y el equipo con más derrotas en la historia con 10,098 en temporada regular.

En cierto que los Cubs ganaron por última vez en 1908, pero al menos tienen 2 títulos en 103 años, un palmarés muy superior al de Philadelphia.

Además ellos no entregan ningún material que diga: “Chicago Cubs, campeones de 1908”.

TEMPORADA DE ALTOS Y BAJOS

Nadie pensó al inicio de la temporada que los Phillies ganarían la Serie Mundial. Era un equipo con fallas en el pitcheo abridor y poca consistencia ofensiva que se mantenían en la lucha a la clasificación por su cuerpo de relevistas, que se encargaron de ganar un 33% de las 92 victorias en la temporada regular, y de mantener la victoria en 55 de las 59 victorias conseguidas por los abridores.

Este bullpen fue el mejor de las Grandes Ligas esta temporada con efectividad de 3.22. En la postemporada se crecieron con efectividad de 3.07 en 123 entradas de labor.

Durante el 2008 atravesaron por todo tipo de situaciones improbables para un campeón. Su abridor estrella Cole Hamels ganó menos juegos que Jaime Moyer a los 45 años, que fue el mayor ganador con 16. Brett Myers fue enviado a las menores por falta de rendimiento. Joe Blanton fue una baratija que encontraron durante la fecha límite de cambios. Su quinto abridor Kyle Kendrick, ni siquiera fue considerado para lanzar después de la Serie Divisional. Quizás este sea el equipo campeón con la peor rotación en la historia.

Su temible ofensiva con el trío Rollins, Howard y Utley fue caracterizada por la inconsistencia. Utley arrancó como el potencial Jugador Más Valioso de la Nacional y terminó bateando por debajo de .300. Ryan Howard conectó 48 cuadrangulares pero se ponchó 199 veces y Rollins fue el malo de la película, siendo fuertemente abucheado por sus fanáticos durante meses, por su baja productividad tras haber sido el JMV en el 2007. De 30 jonrones que conectó en el 2007 bajó a 11

Pero supieron aprovechar situaciones. Faltando 16 juegos para finalizar la temporada, ubicados a 3.5 juegos de los Mets, ganaron 12 de sus últimos 15 para llevarse el banderín divisional.

El destino estaba escrito para este equipo. ¿Quien imaginaría que ganarían los primeros dos juegos de la serie dejando 23 corredores en posición anotadora? ¿Cómo explicar que el receptor panameño Carlos Ruiz bateara para .375 con un jonrón en la serie tras batear .219 en la temporada regular? ¿Cómo explicarse que Moyer pudiese dominar a la dinámica ofensiva de Tampa?

SE IMPUSO EL BÉISBOL DE LA VIEJA ESCUELA

Los fanáticos de los Phillies fueron implacables durante toda la temporada pidiendo el despido de Manuel, de 64 años, y la renuncia del Gerente General Pat Gillick, de 71 años. Gillick es un zorro viejo del béisbol, el mismo que guió a los Blue Jays a sus títulos en 1992 y 1993. El mismo que alimentó a los Cardenales de Lara por muchos años.

Pero ambos fueron constantes con sus filosofías. Tanto los movimientos de Gillick en la oficina, como los hechos en el terreno por Manuel, con un poco de suerte, pagaron dividendos. Gillick había declarado durante la temporada que se retiraría tras finalizar la temporada, para darle paso a Rubén Amaro Jr. a su puesto en el equipo. Ahora está todo en ¨veremos¨.

Hay que dar crédito a Charlie Manuel. En 4 temporadas al frente del club ha conseguido 2 segundos lugares en la división Este, dos títulos de división, el campeonato de la Liga Nacional y la victoria en la Serie Mundial, y sólo el segundo dirigente en llevar un título a Philadelphia, después de Dallas Green. Nada mal para un tipo que dejó promedio en su carrera de .198.

Con todas las estadísticas y cálculos aritméticos que hoy se usan en el béisbol, Manuel y Gillick ganaron aplicando la vieja escuela: béisbol puro y jugado con instinto. Así dejaron lanzar en la Serie Mundial a Jamie Moyer a sus 45 años y fue dominante, así han apoyado a un 4to. bate que si no la saca, se poncha y así han mantenido a un receptor como titular sólo por su buena defensa.

En los predios de la oficina de los Phillies, el único que tiene un Blackberry es Rubén Amaro Jr. Nadie más sabe como manejar uno.

Manuel dijo durante la Serie que su filosofía era jugar con fe. Los Rays, por el otro lado, con un Joe Maddon que parece sacado de un comercial de Ipod y su equipo de nerds haciendo estadísticas y probabilidades en sus cálculos no se explicaban como un cambio de Moyer a 73 millas y en cuenta de 0-2 podía ponchar a Evan Longoria.

Eso da error en la computadora.

Amaro Jr., campeón en Venezuela con las Águilas del Zulia, es ahora campeón en la Serie Mundial con el equipo de su ciudad natal, Philadelphia. El actual Asistente al Gerente General ahora está la espera de la decisión de Gillick y de la directiva del club para asumir la posición; sin embargo, no le será fácil imponer los nuevos esquemas del juego en un club que salió campeón jugando al estilo de los Orioles de 1966.

Al menos Rubén tendrá siempre un buen argumento para cambiar la filosofía de los Phillies: 2 títulos en 126 años.

Y la lista de derrotas continuará en ascenso para los campeones.

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