Fue peor la medicina que la enfermedad


No me cabe duda que el equipo más balanceado y con mayor profundidad para terminar con el banderín de la división Este de la Liga Nacional son los Phillies. Un club con el poder de Ryan Howard, la versatilidad y liderazgo de Jimmy Rollins, el súper talento de Chase Utley y la velocidad de Shane Victorino sumado a un grupo de sólidos lanzadores, podrían ser la fórmula perfecta para ganar. De hecho parece ser uno de esos equipos que con el paso de las semanas debe mejorar y después del juego de las estrellas, si se mantienen saludables, deben dominar la división.

Pero hay un elemento en este club que de manera muy reservada hace la diferencia, y aunque su promedio no demuestra su aporte, es el responsable de conducir el cuerpo de lanzadores que mantiene a flote a este equipo, hablo del receptor Carlos Ruiz.

Ruiz es uno de los sólo 7 panameños que han debutado en las Grandes Ligas en esta década. Para que se den una idea, esta temporada han debutado ya 6 nuevos venezolanos en las Grandes Ligas, mientras por Panamá sólo 7 han logrado alcanzar la máxima categoría del béisbol en 8 años.

Esta es una situación increíble para un país con una tradición beisbolística tan arraigada como Panamá. De hecho en Panamá se habla de pelota desde el siglo 19, incluso las referencias más antiguas que se tienen datan de 1883 cuando en los diarios locales se reseñaban juegos de béisbol y cricket. Durante años se ha desarrollado la versión de que el juego fue introducido a esta región por los trabajadores americanos que llegaron para la construcción del Canal de Panamá. Estamos hablando de cuando aún formaban parte de Colombia, antes de su independencia en 1903.

Sin embargo, no fue sino hasta 1945 cuando a la par de los demás países de la cuenca del Caribe, se formó la Liga de Béisbol Profesional de Panamá con los equipos Carta Vieja, Chesterfield, Marlboro y Spur Cola, la cual participó en la primera etapa de la Serie del Caribe hasta el cese de sus operaciones en 1969 por motivos económicos.

Si desde la llegada de Humberto Robinson a las Grandes Ligas en 1955 hasta la actualidad han jugado en las mayores 49 panameños, ¿Cuál es el motivo de la lentitud en el desarrollo de una mayor cantidad de peloteros?

Creo que el hombre indicado para responder algunas de estas dudas es Manny Sanguillén, uno de los mejores receptores de las Grandes Ligas en la década de los 70’s, quizás opacado por muchos grandes nombres en su posición en la Liga como Johnny Bench, o quizás por sus mismos compañeros de equipo como Roberto Clemente. Demás está decir, uno de los mejores peloteros panameños de la historia.

Sanguillén se encontraba en Pittsburgh atendiendo una invitación de los Piratas, con quienes jugó en 12 temporadas, de las 13 en su carrera. Además es dueño, en parte, de un restaurante en una terraza del PNC Park. Con mucha energía nos saludamos y de una vez le entro....

Sangui… ¿Qué te parece el catchersito Ruiz?
Bueno yo creo que este muchacho tiene un talento impresionante y una madurez muy avanzada para su edad. Desde que yo llegué a las mayores como sólo Julio Mosquera y Einar Díaz habían sido los únicos catchers de nuestro país en las mayores y este muchacho viene mostrando mucho desde que está en las menores. La gente está muy orgullosa de él en Panamá y además es una pieza importante para los Phillies con ese equipo que tienen con Rollins y Howard y muchos pitchers jóvenes que necesitan un receptor que los sepa llevar, y creo que el ha hecho un buen trabajo.

Solamente hay 7 panameños que han llegado a las mayores desde el 2000, ¿Qué es lo que ha pasado en Panamá con el tema del desarrollo de peloteros?

Fíjate que esa es una situación muy triste, de la cual deben aprender muchos países latinoamericanos. El béisbol en Panamá es igualmente que en Venezuela, Dominicana o Cuba una religión y para desarrollar peloteros sólo hay que dejar que los muchachos jueguen por sí mismos, con buenos entrenadores obviamente, pero no se pueden poner restricciones. Hay que dejar que el deporte y los muchachos vayan de la mano libremente.

En Panamá el béisbol profesional no tuvo el apoyo económico que en otros países y el gobierno no se interesó en promover programas hacia el deporte y luego la situación se terminó de empeorar con la llegada del dictador Noriega, quien pensó que nuestro béisbol debería ser como el de Cuba borrando cualquier intento de profesionalismo y poniendo trabas para que los equipos de Grandes Ligas hicieran su labor de scouting en el país.

¿Y el plan de Noriega funcionó?


Bueno…dime tú si funcionó. ¡Qué carajo va a haber servido esa vaina! Era una locura porque en Cuba al menos el gobierno le pone dinero al desarrollo de sus escuelas de béisbol y para la organización del torneo de pelota, pero este tipo tampoco hizo nada pro mejorar la calidad de la pelota que se jugaba en el país. Todo se quedó en promesas. Al final nos quedamos sin los equipos de Grandes Ligas, que no quisieron seguir invirtiendo dinero en el país y no montaron academias como en Venezuela y Dominicana, dejando a nuestros muchachos con muy pocas oportunidades de firmar para los Estados Unidos; pero también nos quedamos sin una buena pelota amateur. Quizás fue peor la medicina que la enfermedad.

Sin embargo, en Panamá la pelota amateur sigue funcionando con el Campeonato Mayor y nunca se ha dejado de efectuar este torneo...

Ha tenido sus altos y bajos. Este torneo es como un arroz con mango. Se supone que sea amateur, pero aún juegan muchos panameños que han sido profesionales y como no tienen contrato en el extranjero se devuelven a Panamá y se mantienen activos en esta liga. La Liga ha servido para sacar las selecciones que representan a Panamá en torneos internacionales, pero son contados los casos de muchachos que se han desarrollado ahí y han firmado contratos para jugar en Grandes Ligas. Yo digo que debería haber muchos más porque hay mucho talento, pero no termina de explotarse. Todos esos peloteros que tu mencionas que han llegado en los últimos años a Grandes Ligas han sido parte de las pocas firmas de scouts en Panamá.

Óyeme Sangui…pero debe haber algo que tu puedas hacer para ayudar un poco…

Claro que sí. Yo me reuní en Diciembre con el presidente Martín Torrijos porque junto con la fundación Omar Moreno, nosotros queremos que el gobierno nos apoye para la creación de una academia de béisbol y que un equipo de Grandes Ligas la utilice, de tal forma que otros equipos se interesen. Las academias han sido la clave del éxito de Venezuela y Dominicana, porque los muchachos ven que sus posibilidades comienzan en casa y se enfocan en trabajar para alcanzar un objetivo, que es jugar en Grandes Ligas, y así no andan por malos caminos. Como van las cosas y como se que se está trabajando allá, este proyecto debe ser una realidad muy pronto, y ojalá que el primer equipo que nos acompañe sean los Piratas.

Es un proyecto muy positivo, así como se ha visto un crecimiento integral en Panamá recientemente…

Panamá en los últimos años ha crecido mucho con la apertura económica, el turismo y las inversiones de bienes y raíces. Si tenemos un país bendecido por el clima y la belleza natural, ¿Cómo no vamos a explotar sus beneficios? El próximo paso en nuestro desarrollo es promover el béisbol y profesionalismo vendrá después. Se que hay muchos equipos de Grandes Ligas descontentos con las trancas del gobierno y la situación en Venezuela; y te digo, cada país tiene derecho a tomar sus decisiones, pero como inversión extranjera muchos equipos ponen en la balanza las condiciones que te ofrecen en otro lugar, y Panamá ofrece esta opción.

Sangui, muchas gracias por tu tiempo y te deseo suerte con este proyecto y vamos a ver cuando invitas una hamburguesa en tu restaurante en el PNC…

Claro, cuando quieras y también están invitados todos los que quieran probar el mejor barbecue de Pennsylvania, mientras disfrutan de un jueguito de los Piratas con la mejor vista de todos los estadios de Grandes Ligas.

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